“Mamita, aquí,
estoy haciendo las cosas
como te hubiera gustado”,
pues fue su sufrimiento y angustia
diaria el vernos realizados y sonrientes.
Es difícil sonreírle a la memoria de un ser tan amado,
pero debemos intentarlo cada día, mostrar los buenos
frutos de su esfuerzo es la mayor alegría que podemos
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