miércoles, 5 de junio de 2019

Hermosa reflexión que vale la pena leer hasta el final, sobre el papá, ( de su hija)(o)


--¿Quién es él? --me preguntó con curiosidad.

--Es mi papá.

--Pero, ¿por qué no tienes el mismo apellido que él?

--Porqué no tenemos la misma sangre… --respondí tranquilamente.

--Entonces no es tu padre… --dijo inmediatamente.

--Él llegó después de mi nacimiento, se enamoró de mi madre cuando yo había nacido, mi presencia nunca fue problema al contrario, a él le gustaba jugar conmigo, le alegraba pasar tiempo juntos, dice mi madre que tiene una mirada especial para mí, que siempre me vio con buenos ojos, él demostró que quería a mi mamá de verdad, que la quería con todo su pasado, que la quería conmigo, con el paso del tiempo el siguió mostrando cada vez más amor por mi mamá y por mí, si me veía todos los días entonces todos los días jugaba conmigo, si no me veía le preguntaba a mi madre por mí cuando hablaban por teléfono, no era sólo apariencia, pues demostró preocupación en cada ocasión en la que llegué a enfermarme, él fue el primero en llegar tras enterarse del estado de mi salud, nunca nos abandonó, siempre fue constante con mi mamá y conmigo, nos convertimos en su prioridad, prefería pasar el día con nosotras aunque fuera viendo un aburrido y tonto programa en televisión a estar en cualquier otro lado del mundo, él podía decidir estar en cualquier lado y siempre nos escogió ante todos, él siempre se preocupó por nosotras, cuando mi madre decidió estar con él por el resto de su vida él no cambió, mantuvo sus promesas de velar por nosotras, a mí me demostró que de verdad me quería, nunca trató de comprar mi cariño, al contrario, me mostró el valor de las cosas y lo invaluable del amor, siempre me cuidó y respetó como si fuese su hija, e incluso me ama como se ama a una hija propia, siempre me llamó como su princesa, él me dio el amor de un padre aunque no era su obligación, me dio sus concejos cuando más los necesité, cuando más triste estaba el me abrazó con todo su amor, él ha estado ahí cuando nadie más estuvo…




Si, tienes razón, no es mi padre de sangre pero si por decisión y eso es lo más valioso que hay, quizá no tengamos la misma sangre pero nos une un vínculo mayor, un vínculo llamado AMOR, no tengo su sangre, pero es el padre más maravilloso que hay y no pude haber pedido un padre mejor, por eso él es mi padre, siempre supe que no teníamos la misma sangre pero eso nunca impidió que me amara como lo hace, él demostró haberse ganado ese título que a muchos hombres les queda grande, por eso él no es el hombre de mi madre, no es mi padrastro tampoco, él es mi padre.

Quiero felicitar a esos padres que no son padres por sangre, sino por decisión...Bien por Uds.!!!

No se quien lo escribió pero está genial.

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